El nazi judío

FICHA TÉCNICA

Título original: The great dictator
Dirección, producción y guión: Charles Chaplin (Estados Unidos, 1940)
Fotografía: Karl Struss y Roland Totheroh
Música: Meredith Wilson y Charles Chaplin
Dirección artística: J. Russell Spencer
Montaje: Willard Nico
Interpretación: Charles Chaplin (El barbero judío / Adenoid Hynkel, dictador de Tomania), Paulette Goddard (Hannah), Jack Oakie (Benzino Napaloni, dictador de Bacteria), Reginald Gardiner (Schulz), Henry Daniell (Garbitsch), Billy Gilbert (Herring), Maurice Moscovich (Señor Jaeckel), Emma Dunn (Señora Jaeckel), Bernard Gorcey (Señor Mann).
Duración: 124 mi 
Sinopsis:
La pelicula se estrenó el 22 de marzo de 1976 en España mientras que en otros países fue en 1940 cuando pudieron ver este film. Fue una producción realizada en EEUU .
Cuenta con un reparto de unos 15 personajes entre los que se encuentran Charles Chaplin y Paulette Goddard.
Chaplin interpreta a un barbero judío y a un dictador alemán, en esta crítica del fascismo de la II Guerra Mundial.
Analisis:
Charles Spencer «Charlie» Chaplin fue un actor, humorista, compositor, productor, guionista, director, escritor y editor inglés. Adquirió gran popularidad en el cine mudo gracias a las múltiples películas que realizó con su personaje Charlot
Curiosidades de 'El gran dictador':

 Chaplin vs. Hitler
Chaplin vs. Hitler

Centrar sus chanzas en el Führer surgió tras un comentario que le hizo su amigo Alexander Korda, que le indicó lo mucho que se parecía físicamente Chaplin al dictador. Curiosamente, además, habían nacido con solo cuatro días de diferencia (Chaplin, el 16 de abril de 1889; Hitler, el 20 de abril del mismo año). Lo que quizá Chaplin desconocía era que Hitler era un ferviente admirador del artista, llegándole a considerar "el mejor actor del mundo". Claro que eso fue hasta que descubrió que éste era judío... y hasta que llegó 'El gran dictador'. de 'El gran dictador'

Contexto sociopolítico

Contexto sociopolítico
A mediados de los años treinta del pasado siglo, el mundo era testigo, entre la perplejidad y la impotencia, del ascenso de Adolf Hitler como canciller alemán, su ruptura del Tratado de Versalles y su implantación de políticas fascistas y antisemitas. Con mayor indiferencia se veían estas cuitas desde el otro lado del Atlántico y Hollywood, a pesar de estar forjado con capital económico y humano principalmente judío, no se mojaba en temas políticos.
Sin embargo, Charles Chaplin sí tomaba buena cuenta de las noticias que llegaban de Europa (a fin de cuentas, no lo olvidemos, él era británico), y ya por 1937 empezó a pergeñar la idea de hacer un film que, a través de la parodia, denunciara los totalitarismos y las dictaduras que se iban enraizando al otro lado del mundo.


En conclusión se trata de una película cuya finalidad es criticar el régimen nazi por medio del humor.
En mi opinión, la finalidad de esta película está muy bien conseguida puesto que el mismo actor representa las dos facetas del dictador Hitler al exponer su parte judía y su parte nazi, expone también las dos posibles formas de vida de Hitler, una como un judío inocente y trabajador y la otra como el gran dictador que fue.

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